Es una propuesta tendiente a vincular a los graduados de la carrera de artes plásticas de diferentes generaciones residentes en otros lugares del país o del mundo, a partir de la realización de muestras que nos permitan aproximarnos a sus producciones actuales, conectando su lugar de residencia con la ciudad en la que se formaron, desde una nueva perspectiva.
La primera muestra de la serie se realizo con la artista, Maria Renati, graduada de la carrera Lic. en Artes Plásticas Orientación Grabado y Arte Impreso., residente en Brest, Francia desde hace 10 años. La misma se llevo a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano, en Noviembre de 2011.
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María Renati
El viernes 11 de Noviembre de 2011 a las 19 hs., se inauguraro en la Sala 8 del MACLA, sito en calle 50 entre 6 y 7 de La Plata, una muestra de Grabados de María Renati. Dicha muestra abrió un espacio que apuntamos a consolidar, tendiente a fortalecer el vínculo con los graduados de la Carrera de Artes Plásticas que residen en otros lugares del país y del exterior, poniendo en diálogo sus experiencias y trayectos realizados con la ciudad en la que han desarrollado sus estudios.
María Renati, egresó de la carrera de Prof. y Lic. en Artes Plásticas con orientación en Grabado y Arte Impreso, se desempeñó como docente en la Cátedra de Grabado y Arte Impreso de la FBA. UNLP, y desde hace 10 años reside en Brest. Francia.
Los placeres y los días
Difícil traducir en palabras los mundos que habilitan los grabados de esta artista marplatense que hoy reside en otras lejanas costas marinas.
Tal vez en esa vecindad con lo inabarcable del océano se encuentra la causa del contraste entre su obra y el mundo del mar, junto al que se crió María y al que nuevamente eligió para vivir y formar una familia, luego de sus años de estudio y ejercicio docente en la Facultad de Bellas Artes de La Plata, en los intensos años que fueron del fin de los ochenta y al comienzo de los noventa.
Contraste éste expuesto en las imágenes de una obra que nos propone gozar de la belleza sensual que vive en lo pequeño, lo íntimo y lo cotidiano. Aquello de lo que está hecho cada instante en la vida de cualquiera, siempre que se esté atento para observar lo que nos rodea, con la misma curiosidad que lo hace esta artista en sus grabados que, por momentos, cruzan el límite que les sugiere su materia y se transforman en pinturas o dibujos.
¿Qué nos atrae en su obra, siempre fresca? Imposible no asociarlo con un título de Proust, Los placeres y los días. O con la calidez amable de una buena comida que se comparte con amigos, ya que de ese modo disfrutamos de los intensos colores de los tomates o los alcauciles, convertidos en protagonistas de una escena que puede verse en cualquier verdulería, en cualquier lugar, tanto un barrio argentino como en un pueblo de Bretaña y que, al mismo tiempo, no está en ninguna parte fuera de la obra.
Así nos estremecemos un poco ante el sentimiento de abandono melancólico que nos contagia la contundencia de una camisa olvidada en esa silla thonet. O nos distraemos de la tristeza que nos causa, quizá por efecto metonímico, esa rueda de bicicleta a la que le falta su compañera al distraernos con las flores amarillas que casi podemos oler. O nos quedamos como hipnotizados mientras el viento que se ha detenido un instante que dura para siempre, mece la ropa blanca que cuelga de la soga. Y también así nos dejamos invadir por la nostalgia, frente a la soledad de una lámpara antigua, ya en clave monocroma.
Y así, extraviadas en medio de estos placeres sensuales, se escriben estas palabras que apenas y caprichosamente, son un intento de invitar a compartir este paseo por lo íntimo.