16 de septiembre de 2019 / 43 años de La Noche de los Lápices

 «Yo era el rey de este lugar,hasta que un día llegaron ellos. Gente brutal, sin corazón, que destruyó el mundo nuestro.»   Charly García; Sui Generis

Las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada fueron duramente castigadas por la última dictadura cívico-militar argentina. Durante aquellos largos siete años en la región el terror fue ley y miles de estudiantes y trabajadorxs fueron presxs, secuestradxs, desaparecidxs y asesinadxs. Entre tantas historias dramáticas y dolorosas que se han conocido a partir de los testimonios de sobrevivientes, familiares y organismos de derechos humanos, la que se recuerda como Noche de los lápices ha tenido una trascendencia particular y un alto impacto en el movimiento estudiantil secundario de todo el país.

Los hechos

 Ya en plena dictadura, a lo largo del mes de septiembre de 1976, muchos colegios secundarios de la ciudad fueron hostigados por las fuerzas represivas. Entre las noches del 16 y el 21 de septiembre, en diversos operativos llevados adelante de manera conjunta por el Batallón 601 del Ejército y la Policía Bonaerense al mando de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz, fueron detenidxs estudiantes de entre 16 y 18 años que militaban en distintas organizaciones políticas y que habían participado activamente durante el año 1975 en la lucha por el boleto estudiantil.

El 16 de septiembre secuestraron a María Claudia Falcone y María Clara Ciochini del Bachillerato de Bellas Artes, Daniel Racero y Horacio Ungaro del Colegio Normal N°3, Claudio de Acha y Francisco López Muntaner del Colegio Nacional, todxs ellxs militantes de la UES; al día siguiente, detuvieron ilegalmente a Patricia Miranda y Emilce Moler, estudiantes del Bachillerato de Bellas Artes —y en el caso de Moler, también perteneciente a la UES—. Finalmente, el día 21 de septiembre fue el turno de Pablo Díaz, estudiante del Colegio España y militante de la Juventud Guevarista.

Después de sus secuestros todxs fueron conducidos al centro clandestino de detención conocido como Pozo de Arana, donde se lxs sometió a salvajes torturas. Posteriormente, fueron separadxs y trasladadxs a diferentes destinos: María Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Daniel Racero, Horacio Ungaro, Claudio de Acha, Francisco López Muntaner y Pablo Díaz fueron llevadxs al CCD Pozo de Banfield; en tanto que Patricia Miranda y Emilce Moler, recalaron junto con otrxs detenidxs en el CCD Pozo de Quilmes y luego fueron trasladadas a la Comisaría 3° de Valentín Alsina, en Lanús.

De ese grupo de estudiantes, solo tres sobrevivieron. Luego de haber quedado por decreto bajo el Poder Ejecutivo Nacional y de haber sido alojadxs en cárceles, en 1978 fueron liberadxs Emilce Moler y Patricia Miranda y en 1980 Pablo Díaz, quien sacó a la luz estos trágicos sucesos cuando declaró en el Juicio a las Juntas del año 1985, en un testimonio que impactó fuertemente a la ciudadanía.

Noche de los lápices, emblema de la lucha estudiantil secundaria

El primer recordatorio de estos acontecimientos fue llevado adelante por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de La Plata en el Auditorio de  la Facultad de Bellas Artes, al cumplirse el noveno aniversario de esos hechos en el mes de septiembre de 1985. Junto con la Coordinadora Estudiantil por los DDHH —articulación de estudiantes secundarios y universitarios impulsada en aquella época por Familiares— se realizó un trabajo de recopilación de información que fue volcado en un audiovisual y una intervención en la que participaron estudiantes de la Escuela de Teatro de la Provincia de Buenos Aires.

Ese primer homenaje motorizó una gran movilización de estudiantes secundarios que, por primera vez y de manera espontánea, marcharon por las calles de nuestra ciudad, recorriendo calle 7 bajo la lluvia, desde la Facultad de Bellas Artes hasta la Plaza San Martín. Desde ese momento, la fecha continuó siendo evocada todos los años en sucesivas marchas que crecieron hasta extenderse por todo el país. A partir de entonces, septiembre se convirtió en un mes con alta significación para lxs estudiantes secundarixs y para la lucha estudiantil y, desde el año 2006, en reconocimiento a aquél grupo de jóvenes militantes desaparecidxs, cada 16 de septiembre se conmemora el Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios.

En la memoria y en el recuerdo permanente de estxs jóvenes se homenajean lxs más de doscientxs adolescentes de entre 13 y 18 años que fueron desaparecidxs y asesinadxs en manos de la más sangrienta de todas las dictaduras que sufrió nuestro país. En las luchas y reivindicaciones de lxs estudiantes de hoy laten los sueños de aquellxs adolescentes que militaban con espíritu solidario en busca de alcanzar una patria con justicia social. Hoy más que nunca sus ideales continúan vivos.

María Clara Ciochini, Claudio de Acha, Maria Claudia Falcone, Pancho López Muntaner, Daniel Racero, Horacio Ungaro, ¡presentes! ¡ahora y siempre!

 ¡Los lápices siguen escribiendo!