BLACKIE, una vida en blanco y negro

Presentación y charla con su director, Alberto Ponce
Miércoles 23 de Octubre – 18hs / Aula 4 . Sede Fonseca de la Facultad de Bellas Artes

Basado en el libro Recuerdos y memorias de Blackie, de Ricardo Horvath

Sinopsis: Paloma Efrón, más conocida como “Blackie“, fue una de las mujeres argentinas más destacadas del siglo XX, sobre todo por sus aportes al desarrollo de la televisión. Pocos conocen sus inicios como cantante de jazz o sus incursiones en el cine y el teatro. Este documental busca recordar su larga trayectoria, evocándola a través de una de sus habilidades más destacadas: la conversación.

Organiza: Cátedra de Guión III con el apoyo del Departamento de Artes Audiovisuales

Dijo la prensa

Digna de recuerdo y emulación, ya hay libros sobre ella, pero hacía falta un buen documental. Acá está, y es realmente bueno. De veras, vale la pena.

(“Modelo de documental a la altura de una mujer extraordinaria” por Paraná Sendrós para Ambito Financiero).

Nadie que quiera saber cómo fue la historia de la cultura popular en la Argentina del siglo XX y de los comienzos de la televisión debería dejar de ver esta película.

(“Un match antológico” por Hugo Beccacece para La Nación).

Paloma Efron tiene su justo y merecido homenaje en Blackie, una vida en blanco y negro a cargo del montajista Alberto Ponce. Todo dentro de un registro ameno, cómplice, biográfico, sumidos en un ambiente algo sombrío, con volutas de humo, aquel silente compañero de Efron. La lograda adaptación vocal de Dora Baret da vida a los 64 años de una Blackie multifacética (…). Con un valiosísimo trabajo de archivo, el documental reúne fotos, audios y videos de las diferentes etapas profesionales de Paloma, quien anteayer hubiese cumplido 100 años.

(“Blackie: monumento a ella misma” por Pablo Raimondi para Clarín).

En rigor, lo que hace Alberto Ponce en Blackie, una vida en blanco y negro, es ayudarnos con apropiada sensibilidad a entender el descubrimiento que la destinataria del tributo confiesa allí en primera persona: “Creo que el secreto de mi vida consistió en hacer cosas que nunca había hecho otra mujer. Siempre fui distinta”, dice Paloma Efron desde la sensible y expresiva voz en off que aporta Dora Baret.

(“El mejor pasado que vuelve” por Marcelo Stiletano para La Nación).

Narrativamente, ese romper con la estructura básica lo hace atrayente, entretenido, aunque sabemos que no es Blackie quien habla; y el material de archivo, las anécdotas de reportaje, y una banda sonora precisa y embellecedora, hacen el resto. Blackie, una vida en blanco y negro se disfruta por la persona, por el personaje, pero también por el documental en sí.

(“Blackie: una vida en blanco y negrro” por Fernando Sandro para El Espectador Avezado).

Era una decisión arriesgada, de la que el realizador sale airoso, intercalando con la narración en primera persona, fragmentos de algunas de las películas en las que participó, numerosas fotografías, varias de las canciones que grabó y entrevistas a distintas figuras que la conocieron o trabajaron sobre su obra y personalidad. (…) Y también hay que destacar el ritmo del film que nunca decae, en buena medida mérito del trabajo en el montaje de Vanina Cantó Soler. (…) Blackie fue una gran propagadora de la cultura popular en el sentido más amplio de ese transitado concepto y esta película de Alberto Ponce es un muy digno aporte al reconocimiento que su enorme figura merece.

(“Blackie: una vida en blanco y negrro” por Jorge García para El Amante).

“Blackie, la película”, de Alberto Ponce revisita la apasionante vida de la cantante de jazz y periodista, para rendirle un homenaje fílmico que permite descubrir más acerca de la cultura nacional en el siglo XX.

(“Blackie, la película: un emotivo y riguroso filme sobre La Dama de la TV” por Laura Ferré para TELAM).

El film es bastante convencional en su estructura, pero al mismo tiempo cuidado y riguroso.

(Diego Batlle para Otros Cines).

ALBERTO PONCE

Es egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, Cuba, en la especialidad de Montaje-Edición. Es profesor itinerante de dicha escuela desde 1995. Ha dictado cursos, talleres, seminarios y conferencias en Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, México, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Fue titular de la cátedra de Montaje de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Escuela Nacional de Experimentación y realización Cinematográfica (ENERC) del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Actualmente imparte el Taller de Montaje en la Maestría en Periodismo Documental de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

Ha colaborado con directores como Leonardo Favio (“Perón: Sinfonía del sentimiento”), Pino Solanas (“Argentina latente”, “La próxima estación”, “Tierra sublevada I: Oro Impuro”, “Tierra sublevada II: Oro negro”), Gerardo Vallejo (“Martín Fierro, el ave solitaria”), Damián Szifrón (“Tiempo de valientes”), Adrián Caetano (“Crónica de una fuga”, “NK: Néstor Kirchner”), Diego Lerman (“Tan de repente”,“La mirada invisible”), Paula de Luque (“El vestido”, “Juan y Eva”), entre otros. Su trabajo como editor incluye largometrajes como “Taxi para Tres” y “Gente mala del norte” (en Chile), “Soñar no cuesta nada”, “Algo huele mal” y “Lecciones para un beso” (en Colombia), “Otro tipo de música” (en México), “La espuma de los días” (en Cuba), “Libertad” (en Paraguay), “Día naranja” (en Venezuela), “Hugo, Paco, Luis y las tres chicas de rosa” (en Puerto Rico), las miniseries, “Nueve Lunas”, “El Signo” y “Ciudad de Pobres Corazones”, así como numerosos cortometrajes.

Ha obtenido el Premio Coral a la Mejor Edición en el Festival de La Habana 2006 y el Cóndor de Plata al Mejor Montaje (siendo nominado otras seis veces), ambos por la película “Crónica de una fuga” de Adrián Caetano.

Es miembro fundador de la Sociedad Argentida de Editores Audiovisuales (SAE) y ha publicado el libro “La película manda. Conversaciones sobre el montaje cinematográfico en Argentina”.

Como director, su cortometraje “Vete de mí: una de pasiones” formó parte de las Historias Breves II y obtuvo numerosos premios internacionales. Su documental “Blackie: una vida en blanco y negro” es su Opera Prima.